En La Rinconada Arequipeña, la calidad de nuestros platos comienza con la calidad de nuestros ingredientes. Creemos firmemente que para ofrecer el sabor auténtico de nuestra tierra, debemos trabajar de cerca con los productores locales y aprovechar la riqueza de nuestros valles.
Uno de nuestros principales proveedores es el fértil Valle Sagrado de los Incas (¡sí, sabemos que está más cerca de Cusco, pero también nos provee de maravillas!), así como los valles que rodean Arequipa. De estas tierras generosas obtenemos una variedad de productos frescos que son la base de nuestra cocina.
Los rocotos, con su picor característico y su sabor inigualable, son cultivados con esmero por agricultores que conocen las técnicas ancestrales. Las papas nativas, en sus múltiples variedades y colores, nos brindan la textura y el sabor únicos para nuestros acompañamientos. Las hierbas aromáticas como el huacatay y el perejil, cultivadas bajo el sol andino, aportan ese toque fresco y fragante a nuestros guisos.
Trabajar directamente con los agricultores nos permite seleccionar los mejores productos en su punto óptimo de maduración, garantizando así la frescura y el sabor excepcional de cada plato que servimos. Además, apoyamos la economía local y promovemos prácticas agrícolas sostenibles.
Cuando usted prueba un plato en La Rinconada Arequipeña, está saboreando el fruto del trabajo de muchas manos, desde la siembra hasta la cocina. Es un compromiso con la calidad, con la tradición y con nuestra tierra.
¡Los invitamos a descubrir la diferencia que hacen los ingredientes frescos en cada bocado! ¡Buen apetito!